Creación de una obra mediante superposición de capas de lápiz pastel seco (similar a creta o carboncillo).
Primero realizo el esbozo a lápiz y lo relleno con el color más claro existente en la imagen que quiero realizar, en este caso amarillo. Esta primera capa sirve de base para todo el dibujo, que irá de menos a más, de más claro a más oscuro. Irá "emergiendo".
Luego uso el naranja claro para empezar a hacer las partes más intensas, definiendo además los rasgos, las luces y las sombras. También recupero con la goma los brillos (dejando el blanco del papel) que he cubierto de amarillo en la primera capa y que están presentes en la imagen. Esto es MUY IMPORTANTE ya que inmediatamente después aplico la primera capa de laca y todo lo que he realizado hasta entonces queda fijado.
Otra posibilidad, usada con mucha frecuencia en la técnica de pastel, consiste en usar un papel de color (el dominante en la gama de la imagen que vamos a realizar, en este caso un amarillo) que nos servirá ya de color base. Los brillos se conseguirán usando pastel blanco. Es práctico: te ahorras una capa y no debes preocuparte de reservar el blanco del papel. La "desventaja" es que el papel coloreado determina en gran medida la gama cromática de toda la imagen (si no es eso lo que queremos).
Todo el trabajo posterior se basa en repetir el primer paso una o dos veces más. Ya seca la laca, trabajo con el naranja intenso, el rojo y el marrón. Uso el lápiz directamente, el dedo y/o el difuminador según convenga para extender y mezclar los colores. Hay que ser cuidadoso con el pastel y no forzar cuando veamos que ya no podemos superponer más colores (esto estropea la superficie y dificulta el trabajo), en ese momento aplicaremos una nueva capa de laca que nos permitirá seguir trabajando. De todos modos, conviene no aplicar más de tres o cuatro capas de laca.
Nueva capa de laca y trabajo con el marrón oscuro y el negro. Finalmente uso lápiz 2Bdifuminado, óptimo para acabar de definir sombras y grises.
El mismo procedimiento se repite en el cuerpo.
Voilà.
Completado el trabajo a pastel, que produce un acabado muy realista pero un tanto suave y "nebuloso" para mi gusto, finalmente perfilo con tinta o lápices de cera grasos. En este caso he usado simples bolígrafos (negro y rojo) para resaltar con líneas o tramas algunos contornos y zonas. Muy sutil, lo preciso para que el dibujo gane en intensidad.
Final: